Este artículo explora las ideas clave de la investigación “Acoplamiento cerebro a cerebro: Un mecanismo para crear y compartir un mundo social”, realizada por Uri Hasson y colaboradores. La investigación desafía la noción tradicional de que los cerebros operan de forma aislada, proponiendo que, en realidad, se acoplan y sincronizan dentro de un contexto social. Según este enfoque, cuando las mentes se conectan, las personas ajustan sus comportamientos de acuerdo o en contraste con las acciones de quienes las rodean.
A pesar de la amplia cantidad de estudios en neurociencia cognitiva, muchos experimentos siguen un enfoque que aísla a los participantes de sus entornos naturales. En estos estudios, los individuos interactúan únicamente con programas informáticos en espacios controlados, desconectados de las dinámicas sociales reales. Este artículo propone un cambio de perspectiva: pasar de estudiar un solo cerebro a investigar cómo interactúan múltiples cerebros. La idea central es que el sistema perceptivo de un cerebro puede sincronizarse con el sistema motor de otro, de manera similar a cómo, dentro de un único cerebro, se vinculan la percepción y la acción.
El vínculo estímulo-cerebro
El vínculo entre el estímulo externo y nuestro cerebro es crucial para recuperar información sobre el mundo y guiar nuestras acciones. Este vínculo permite que los datos y señales provenientes del entorno puedan ser captados por nuestros sentidos, como la vista, el oído, el tacto, etc., y posteriormente sean procesados y analizados por nuestro sistema nervioso central. De esta manera, podemos reconocer, interpretar y dar significado a lo que percibimos, lo cual es fundamental para interactuar de manera efectiva con nuestro alrededor.
Asimismo, la conexión entre cerebros se fundamenta en este vínculo estímulo-cerebro, ya que permite transmitir información entre individuos. Cuando interactuamos con otras personas, nuestros cerebros establecen vínculos que posibilitan la comunicación y el intercambio de conocimientos, emociones y experiencias. Por ejemplo, al escuchar a alguien hablarnos, nuestro cerebro procesa los estímulos acústicos y les otorga significado, lo cual nos permite comprender el mensaje y responder adecuadamente. Del mismo modo, cuando observamos las expresiones y gestos de otra persona, nuestro cerebro capta estos estímulos visuales y los interpreta, facilitando la interacción y la empatía entre individuos.
La comunicación entre cerebros
Dos cerebros pueden conectarse entre sí de manera similar a un sistema de comunicación inalámbrica, donde se transmite una señal física (luz, sonido, presión o sustancia química) a través del entorno compartido. Esta coordinación de comportamiento entre emisor y receptor permite que los mecanismos específicos para la conexión entre cerebros no estén disponibles durante las interacciones con objetos inanimados.
Activación indirecta en el acoplamiento cerebral
Por ejemplo, al ver o escuchar las acciones, sensaciones o emociones de otra persona, se generan representaciones similares en el cerebro de quien lo percibe (llamadas activaciones indirectas).
Aprendizaje y conocimiento compartido
El surgimiento de cualquier sistema de comunicación requiere que los usuarios compartan un entendimiento común del significado de la señal en un contexto específico. Este conocimiento compartido se establece a través del aprendizaje, a menudo mediante interacciones tempranas entre el cerebro de una persona que enseña y el cerebro de una persona que aprende.
Experimentos de comunicación con señales nuevas
La evidencia más convincente de que la comunicación surge a través de la interacción proviene de los experimentos con adultos que intentaron comunicarse usando señales completamente nuevas.
Acoplamiento a través de gestos y expresiones faciales
El acoplamiento entre cerebros también es posible a través de gestos y expresiones faciales. En un experimento, un participante tuvo que transmitir señales no verbales sobre una palabra, mientras se registraba su actividad cerebral y los gestos con las manos.
Coordinación en actividades conjuntas
El estudio sugiere que los sistemas interconectados pueden generar comportamientos complejos que no se lograrían de manera individual. Muchas actividades humanas, como jugar baloncesto o navegar en velero, requieren una estrecha coordinación espacial y temporal entre los miembros del grupo.
Acoplamiento motor, perceptual y cognitivo
En el nivel motor, los pianistas ejecutan su interpretación de forma sincronizada durante un dueto. En el nivel perceptual, cuando dos personas ven un objeto desde diferentes ángulos y se les pide que lo roten mentalmente, adoptan la perspectiva de su compañero. A nivel cognitivo, el acoplamiento implícito ocurre cuando dos personas responden a diferentes aspectos de un estímulo utilizando las mismas variables.
Influencia en la toma de decisiones conjuntas
Las elecciones que hace un individuo a menudo son influenciadas y modificadas por las decisiones de los demás. Durante juegos estratégicos, los jugadores imitan automáticamente las decisiones de sus oponentes, aunque esto puede reducir sus posibilidades de ganar.
El estudio demostró que compartir información entre observadores con la misma capacidad visual mejora su desempeño, mientras que el intercambio de información entre personas con diferentes niveles de sensibilidad visual puede empeorar sus resultados. La investigación sugiere que los cerebros acoplados pueden crear nuevos fenómenos, incluyendo sistemas de comunicación verbales y no verbales e instituciones sociales interpersonales que no podrían haber surgido en especies que carecen de esta conexión cerebro a cerebro.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.