El reconocimiento y la imitación de las expresiones faciales son procesos fundamentales en las interacciones sociales humanas, ya que permiten la comunicación de emociones y facilitan la empatía. Sin embargo, en personas con trastornos de personalidad, como el trastorno de personalidad antisocial (TPA) y la psicopatía, estas habilidades pueden verse afectadas. Ambos trastornos comparten características relacionadas con la falta de empatía, el desapego emocional y dificultades en las relaciones interpersonales, lo que plantea la pregunta de si las personas con estas condiciones son capaces de reconocer e imitar las expresiones faciales de la misma forma que los individuos sin dichos trastornos.
En este contexto, se han realizado diversos estudios para explorar cómo los individuos con TPA y rasgos psicopáticos procesan las emociones faciales, especialmente aquellas relacionadas con el miedo, la tristeza y la ira. A través de la evaluación de la precisión en el reconocimiento y la capacidad para imitar estas expresiones, los investigadores intentan comprender mejor las dificultades emocionales y sociales asociadas con estos trastornos. Esta investigación busca profundizar en la manera en que las personas con TPA y psicopatía perciben y responden a las emociones ajenas, lo que podría tener implicaciones importantes tanto para la comprensión de estos trastornos como para el desarrollo de intervenciones terapéuticas
La psicopatía y el trastorno de personalidad antisocial: ¿una misma condición?
El trastorno de personalidad antisocial (TPA) tiene su propia identidad, y en muchos manuales la psicopatía se incluye dentro de él. Sin embargo, muchos especialistas creen que la psicopatía puede considerarse una personalidad separada, en lugar de solo un rasgo de conducta. La psicopatía, como se ha mencionado en otros textos, incluiría las características de la tríada oscura, que comprende rasgos afectivos, interpersonales y de comportamiento. Comprender y expresar adecuadamente los estados emocionales y afectivos es fundamental para las relaciones sociales y el funcionamiento saludable en grupos humanos. La expresión facial es clave en las interacciones personales, pues envía señales sociales sutiles y ayuda a promover conductas sociales apropiadas. Además, es un medio no verbal al que le damos mucha importancia.
Dificultades en el reconocimiento de emociones en personas con rasgos psicopáticos
Investigaciones anteriores indican que las personas con características psicopáticas presentan dificultades para reconocer las emociones en los rostros, lo que conlleva a una mala adaptación social y relaciones interpersonales problemáticas. Esto sugiere que los déficits que se observan en quienes padecen trastorno de personalidad antisocial podrían ser causados por el propio trastorno o por rasgos psicopáticos, aunque no está claro si estos últimos son parte del trastorno antisocial. El estudio de esta semana se propuso diferenciar las deficiencias en el procesamiento emocional de personas con estos rasgos, analizando cómo individuos con trastorno de personalidad antisocial, aquellos con rasgos psicopáticos y personas que tienen ambos, identifican expresiones faciales emocionales y cómo responden a instrucciones para imitar estas expresiones. La evidencia muestra que las personas con rasgos psicopáticos tendrán dificultades para reconocer las emociones, especialmente en las expresiones faciales de miedo y tristeza.
Estudios previos sobre el trastorno de personalidad antisocial y las dificultades emocionales
En lo que respecta al trastorno de personalidad antisocial, pocas personas han investigado este tema. Un estudio de 2014 mostró que las personas con TPA tienen mayores dificultades para reconocer el asco en comparación con un grupo de control. En 2002, se encontraron problemas para identificar correctamente las expresiones felices y tristes, pero ningún estudio tuvo en cuenta las características psicopáticas en los participantes con TPA. Si estas personas supuestamente tienen problemas para identificar las emociones ajenas, ¿realmente pueden imitar las expresiones faciales? Las personas con un desarrollo normal de su personalidad tienden a imitar de forma automática las expresiones de los demás, lo que se relaciona con la empatía. Sin embargo, los resultados sobre la imitación facial en individuos con rasgos psicopáticos son diversos. Por ejemplo, un estudio indica que pueden imitar con precisión la expresión de miedo, mientras que otro muestra que les resulta difícil reflejar las emociones negativas.
Resultados del estudio sobre la imitación de expresiones faciales en personas con TPA y rasgos psicopáticos
Es lógico suponer que las personas con rasgos psicopáticos o con Trastorno de Personalidad Antisocial (TPA), al presentar dificultades en la empatía, puedan tener problemas para imitar las emociones de los demás. Sin embargo, los resultados de este estudio no confirman esta suposición.
Metodología del estudio y análisis de los resultados
En la investigación, participaron 107 adultos, quienes fueron evaluados de manera individual. Se les presentaron estímulos dinámicos que mostraban expresiones faciales típicas de tristeza, felicidad, ira, miedo y dolor, además de expresiones neutras. Los participantes debían imitar las expresiones presentadas, suprimir cualquier reacción facial provocada por el estímulo, o simplemente responder a la pregunta sobre qué expresión facial se estaba mostrando.
Hallazgos del estudio y conclusiones
Los resultados indicaron que el grupo con rasgos psicopáticos y TPA mostró una precisión significativamente menor en el reconocimiento facial en comparación con el grupo de control. Además, este grupo fue más propenso a elegir la expresión facial de ira, en lugar de las demás emociones. De manera sorprendente, el grupo que solo tenía TPA mostró expresiones faciales más intensas al imitar las expresiones presentadas.
Estos hallazgos coinciden con investigaciones previas sobre las deficiencias de estas personas en el reconocimiento de emociones faciales. Además, sugieren que los rasgos psicopáticos, cuando se encuentran aislados del Trastorno de Personalidad Antisocial, pueden formar un perfil distintivo, en el que los individuos muestran un funcionamiento similar, pero con características particulares.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.