Dominando el Arte de Usar las Manos en Presentaciones: Captura la Atención de tu Audiencia

La mayoría de nosotros nos enfocamos en el mensaje que queremos transmitir y no prestamos atención a nuestros gestos al hablar en público. ¿Alguna vez has escuchado la frase “hablar con las manos”? Al reforzar nuestras palabras con gestos adecuados, logramos que nuestro mensaje sea más persuasivo y claro. 

Los gestos de manos más habituales en líderes y grandes oradores

Los gestos de las manos son clave. Sin embargo, es importante recordar que la moderación es fundamental, deben ser naturales y no exagerados. Piensa en los gestos como los efectos especiales de tu presentación. A continuación, te mencionamos las formas más comunes en las que se presentan las manos:

  1. Mostrando las palmas de las manos hacia arriba buscamos acercarnos, ser sinceros y transparentes con quienes nos escuchan. Levanta una o ambas manos a la altura de los hombros con el pulgar ligeramente hacia arriba y luego regresa las manos cerca de ti.
  1. Las palmas de las manos en reversa tienen la intención de acercar a tu público, involucrarlo en tu discurso y transmitirles tu entusiasmo. Al levantar tus manos hacia adelante y luego hacia tu pecho, estás invitando a la conexión emocional. Comienza el gesto con la mano izquierda para comunicar más sentimientos y luego acerca ambas manos en orden. Esta técnica crea un ambiente íntimo y emotivo durante la presentación.
  1. La Palma Lateral. Uno de los gestos más convincentes que hay. Al levantar las manos de lado, se puede transmitir flexibilidad y disposición al trabajo en equipo con los dedos separados o dar una impresión de liderazgo y autoconfianza con los dedos juntos.
  1. Unir las manos con los dedos y las palmas extendidas es un gesto fundamental en la negociación y la mediación. Al entrelazar las manos de esta manera, mostramos la unión de posturas opuestas y buscamos un resultado beneficioso para ambas partes. Es importante mantener contacto visual con la audiencia para lograr un mayor impacto durante la negociación.
  2. La postura de las manos en forma de Garra implica agarrar una pelota de tenis con fuerza. Al usar este gesto, estás mostrando a tu audiencia que el tema que discutes escapa a tu completo control. Estás luchando por mantenerlo bajo tu dominio. 
  1. Cuando has captado por completo la atención de tu audiencia con la Garra, es el momento oportuno para emplear el Puño, un gesto de gran impacto y universal, simbolizando poder y determinación. Al combinarlo con tus movimientos y palabras enérgicas, será el broche de oro de tu presentación. También es crucial conocer las costumbres y el significado del lenguaje corporal del lugar donde te presentarás, especialmente si es en otro país, para evitar posibles errores.

Las manos, gestos adaptadores

Las manos son gestos adaptadores porque ajustan nuestro comportamiento no verbal en respuesta a situaciones y emociones, ayudando a regular nuestra comunicación y reflejar estados internos. Estos gestos adaptativos permiten ajustar el mensaje para que sea más eficaz y auténtico en diferentes contextos sociales.

Los gestos adaptadores pueden ser peligrosos si son demasiado obvios, ya que los observadores pueden percibir que algo no está bien, lo que provocará que empiecen a especular sobre por qué el orador no está controlando sus emociones. ¿Será que no se ha preparado bien?, ¿o tal vez tiene miedo a las preguntas, no está siendo completamente honesto o se pone nervioso al hablar en público?

Puede que hayamos dado muestras de no ser muy hábiles al hablar en público, ya sea por nuestra falta de profesionalismo o por nuestra incapacidad para controlar nuestras emociones. Uno de los desafíos más grandes en estas situaciones es cómo manejar nuestras manos. A lo largo del tiempo, algunos oradores han logrado controlar la mayoría de los gestos nerviosos, evitando que se noten demasiado. Aquí exploraremos qué acciones evitar y cuáles son más adecuadas al hablar en público.

  1. Ocultar las manos detrás de la espalda, en los bolsillos, cruzar los brazos frente al pecho o sostener objetos inusuales para un orador, como gafas o bolígrafos, son gestos evidentes que alertarán al público, incluso de manera inconsciente.
  1. Tocar los dedos, frotar las manos, hacer peinados imaginarios con ellas, pellizcar la oreja, rascarse la nuca, jugar con la alianza, hojas o carpetas, colocándolas frente al pecho o detrás de la espalda, son señales obvias de adaptación que es mejor evitar.

En cambio, es más efectivo dejar que nuestras manos se muevan libremente al hablar. Así, en lugar de gestos nerviosos, utilizaremos gestos que refuercen y destaquen lo que estamos diciendo, dándole más credibilidad a nuestro mensaje y manteniendo la atención de la audiencia.

Durante tiempos de espera, puedes mantener las manos a los lados, lo que requiere control emocional. Si prefieres no dejarlas quietas, simplemente júntalas, tocando las puntas de los dedos, mientras esperas por ejemplo, a que te hagan preguntas.

Si aún prefieres sostener algo, puedes llevar contigo el control remoto de la computadora o un puntero láser. Estos objetos son comunes para los que hablan en público, por lo que puedes usarlos discretamente o simplemente sostenerlos y apretarlos de vez en cuando, aunque no los estés utilizando en realidad.

Es esencial manejar adecuadamente los gestos durante una presentación. Apuntar con el dedo o la palma hacia abajo puede interpretarse como una actitud desafiante, mientras que mostrar las manos abiertas o hacia arriba transmite confianza, receptividad y respeto.

Belén Stettler

Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.