En nuestra vida cotidiana, nuestro comportamiento físico y gestos dicen mucho sobre lo que pensamos y sentimos. Estas señales son cruciales para entender cómo nos encontramos. Cuando hablamos por videollamadas, nuestros movimientos son más reveladores que las palabras que decimos.
En los últimos tiempos, muchas empresas han optado por pasar de las oficinas físicas al entorno virtual para facilitar el trabajo en equipo con personas que trabajan en lugares distintos. Para lograrlo, están utilizando diversas tecnologías de comunicación como Zoom y Microsoft Teams, que permiten realizar videollamadas y conferencias en línea.
Es obvio que las reuniones en línea a menudo no son tan efectivas y que las restricciones de la plataforma pueden dificultar la comunicación. A pesar de que las videollamadas pueden carecer de la comunicación y expresiones corporales que se ven en persona, hay formas de mejorar la comunicación no verbal y aprovechar al máximo esta situación.
En la vida real, tenemos unos siete segundos de tiempo para causar esa primera impresión importante. La gente presta mucha atención a cómo entras en la habitación y los gestos que haces. El simple acto de dar la mano puede transmitir un poderoso mensaje, ya que es una de nuestras formas más antiguas y poderosas de comunicación no verbal. Al mirar a los ojos y sonreír durante el contacto visual, también estás dando una señal clara de tus intenciones. Cada gesto inicial con las manos es captado y analizado por aquellos que te rodean.
Durante una videoconferencia, la gran cantidad de información visual se pierde debido a la digitalización. En vez de poder captar esta información variada, los participantes solo pueden reconocer lo que los demás les muestran.
- En una videollamada, la cámara web es como una ventana que muestra sobre la persona. La distancia entre la persona y la cámara afecta la cantidad de espacio que tiene para comunicarse y expresar mensajes sin necesidad de palabras.
Un participante puede parecer solo una cabeza parlante en la sala de Zoom si la cámara está muy cerca de él. En cambio, si colocamos la cámara de forma que se vea nuestro torso y brazos, podremos expresar mejor nuestros sentimientos a través de señales faciales y palabras.
- Para tener éxito en las videollamadas, es crucial comprender nuestras limitaciones espaciales, especialmente cuando hacemos gestos frente a la cámara. Tenemos que ser conscientes de cómo nos vemos en este pequeño espacio para evitar errores. Al usar la pantalla, debes ser cauteloso de no agitar tus manos en exceso, ya que podrían salirse de la pantalla y causar molestias. Al mover tus manos demasiado cerca de la pantalla, ésta puede parecer inmensa.
Hacer señales de manos frente a los demás, de manera que puedan verlas sin que se vuelvan el foco. Imaginar una burbuja a tu alrededor y limitarte a trabajar dentro de ella en tu espacio.
- Postura práctica. En muchas llamadas virtuales, la mayoría no habla tanto. Por eso, lo que realmente notamos de forma no verbal es lo más importante. Es esencial tener buena postura para dar una impresión pulcra en una videollamada.
Asegúrate de mantener los hombros hacia atrás, estira un poco los brazos para que tus gestos se vean más importantes y muéstrate amigable y empático.
- Es crucial considerar cómo deseamos que nos vean en reuniones virtuales, ya que la falta de comunicación visual puede generar malinterpretaciones. Utilizar señales no verbales acordes a nuestra intención es fundamental para evitar confusiones.
- Tomarse un tiempo para silenciarse, tanto literal como figurativamente, puede ser una habilidad importante al comunicarse. Las pausas entre puntos en una conversación, manejadas con destreza, pueden mejorar la comunicación de manera significativa, sobre todo en reuniones en línea. Después de hacer un comentario, espera un momento. Deja que la mente de tu interlocutor procese y analice lo que has expresado, ya que requiere ese espacio adicional que quizás no existiría en una conversación en persona.
Tomarse un momento para dejar de hablar puede resaltar un punto en la conversación. Igualmente, si se duda un poco antes de seguir con una idea, se les da a los demás la oportunidad de reflexionar. Estas prácticas son igualmente importantes al escuchar en una reunión virtual, mostrando el lenguaje corporal adecuado para demostrar atención yuna pausa reflexiva.
- Aprender de las presentaciones anteriores
A pesar de tener en cuenta cuidadosamente cómo nos comunicamos, aún existe riesgo de equivocación. Para lograr entender cómo nos perciben los demás al comunicarnos es importante que observemos nuestras interacciones previas.
- Es esencial mantener el contacto visual en la comunicación en persona, pero en las videollamadas, mirar directamente a la cámara puede simular este contacto visual. Aun así, esto puede hacer que se pierdan señales visuales clave de la otra persona.
Es recomendable prestar atención a la pantalla y observar los gestos no verbales de las personas cuando hablan.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.