Detectar mentiras es una tarea más compleja de lo que muchos creen. A lo largo de los años, investigadores han intentado desarrollar métodos eficaces para identificar el engaño, pero las señales no siempre son claras ni consistentes. El engaño implica no solo palabras, sino también gestos y actitudes que pueden pasar desapercibidos. En este artículo, exploraremos las dificultades que enfrentan quienes intentan desenmascarar a los mentirosos y las estrategias basadas en aumentar la carga cognitiva durante una entrevista, con el objetivo de distinguir entre quienes dicen la verdad y quienes buscan ocultarla.
La Dificultad de Detectar Mentiras
Décadas de investigación sobre detección de mentiras han demostrado que las personas pueden identificar correctamente solo el 54% de las verdades y mentiras al observar el comportamiento y escuchar el habla. Algunos investigadores han intentado entender las estrategias de las personas con habilidades excepcionales para detectar mentiras, mientras que otros han trabajado en identificar señales que indican engaño. Sin embargo, los programas de capacitación han tenido un éxito limitado, con solo unas pocas mejoras en precisión. Esto se debe a que las señales de engaño suelen ser débiles y poco confiables, ya que las explicaciones teóricas sobre nerviosismo y carga cognitiva también se aplican a las personas que dicen la verdad.
La Complejidad del Engaño
Es decir, tanto los mentirosos como los que dicen la verdad pueden temer ser considerados poco creíbles y tener que pensar mucho al proporcionar una declaración. ¿Pueden los entrevistadores hacer preguntas que activen y realcen las señales verbales y no verbales del engaño? Los esfuerzos anteriores se han enfocado en despertar y amplificar las emociones, pero es dudoso que se puedan hacer preguntas que generen más preocupación en los mentirosos que en los que dicen la verdad. Sin embargo, es posible hacer preguntas que aumenten la carga cognitiva más en los mentirosos que en los honestos. Esta perspectiva cognitiva de detección de mentiras incluye dos enfoques. La técnica de carga cognitiva busca hacer que la entrevista sea más difícil para los entrevistados, lo que afectaría más a los mentirosos que a los que dicen la verdad, generando señales más evidentes de engaño. La técnica de preguntas estratégicas examina diferentes formas de cuestionar que provoquen respuestas más diferenciadas entre los sinceros y los mentirosos.
Estrategias de Carga Cognitiva
La técnica de carga cognitiva sugiere que mentir puede ser más exigente mentalmente que decir la verdad. Primero, formular una mentira requiere inventar una historia creíble y monitorear su coherencia con lo que conoce el observador. Los mentirosos también deben recordar lo que han dicho a cada persona y evitar dar nuevas pistas. Segundo, los mentirosos tienden a monitorear y controlar su comportamiento para parecer honestos, lo cual es mentalmente demandante. Tercero, los mentirosos deben monitorear cuidadosamente las reacciones del investigador para evaluar si están siendo convincentes, lo que también consume recursos cognitivos. Cuarto, los mentirosos deben recordar su papel mientras inventan la mentira, lo que implica un esfuerzo mental adicional. Quinto, los mentirosos deben suprimir la verdad mientras elaboran la mentira, lo cual es cognitivamente exigente. Finalmente, activar una mentira requiere un proceso más intencional y deliberado que activar la verdad.
Aumentando la Carga Cognitiva
Un investigador de la verdad podría aprovechar las diferentes cargas cognitivas que experimentan las personas sinceras y las que mienten, para discriminar más efectivamente entre ellas. Quienes mienten necesitan más recursos mentales que los honestos y les quedarán menos recursos disponibles. Si se aumenta la demanda cognitiva, como pidiéndoles que cuenten sus historias al revés, los mentirosos podrían no ser tan buenos como los sinceros para hacer frente a estas solicitudes adicionales. Otra forma de aumentar la carga cognitiva es pedir a los entrevistados que mantengan contacto visual, ya que cuando las personas se concentran en recordar lo sucedido, tienden a desviar la mirada, pues mantener el contacto visual les resulta una distracción.
Experimentos sobre Detección de Engaño
En dos experimentos, se pidió a la mitad de los mentirosos y los que decían la verdad que recordaran sus historias en orden inverso o mantuvieran contacto visual con el entrevistador, mientras que la otra mitad no recibió instrucciones. Hubo más señales de engaño en las condiciones de orden inverso y contacto visual que en las condiciones de control. Los observadores pudieron distinguir mejor entre verdades y mentiras en las condiciones de orden inverso y contacto visual, en comparación con las condiciones de control. Por ejemplo, en el experimento de orden inverso, solo el 42% de las mentiras se clasificaron correctamente en la condición de control, mientras que en la condición experimental, el 60% de las mentiras se clasificaron correctamente.
Detectar mentiras sigue siendo un desafío complejo debido a la falta de señales claras y consistentes. Sin embargo, aumentar la carga cognitiva de los entrevistados ofrece una oportunidad para exponer a los mentirosos de manera más eficaz que los métodos tradicionales.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.
