5 Gestos que Transforman la Comunicación No Verbal

Los movimientos corporales son una pieza clave en la comunicación no hablada. Nos brindan valiosos datos sobre la personalidad de alguien, sus propósitos y estado de ánimo. Además, nos ayudan a llevar mejor las conversaciones. Incluso nos permiten organizar nuestros pensamientos y expresarnos con mayor fluidez.

Descubrir cómo reconocer las expresiones faciales se vuelve más sencillo si sigues esta clasificación simple, propuesta por los psicólogos estadounidenses Ekman y Friesen en 1969. Ellos las organizaron en 5 categorías distintas de gestos.

1. Los gestos simbólicos transmiten un mensaje claro sin necesidad de hablar. Tienen un significado predeterminado dentro de una cultura o grupo. Algunos son ampliamente reconocidos, como el pulgar levantado para indicar que todo está bien. Otros están más limitados culturalmente, como tocarse la sien para saludar o colocarse la mano en el pecho como muestra de respeto al escuchar el himno nacional.

2. Los gestos que acompañan el discurso son una parte integral del mismo y lo complementan. Más allá de enfatizar las palabras, estos movimientos nos ayudan a organizar nuestros pensamientos. Están íntimamente ligados a la autenticidad, ya que surgen de manera espontánea, justo antes de que pronunciemos las palabras a las que se asocian. Dado que estos gestos forman parte de nuestra personalidad, debemos tener cuidado al intentar modificarlos deliberadamente, pues eso podría resultar artificial.

3. Gestos que organizan la conversación

Utilizamos ciertos movimientos corporales para hacer que la charla fluya con más facilidad y para comunicarnos con los demás. Con estos gestos, por ejemplo, señalamos que hemos terminado de hablar o que esperamos una respuesta. Asentir con la cabeza, estrechar la mano para saludar o levantar la mano para detener al interlocutor son algunos ejemplos frecuentes de estos movimientos que organizan la conversación.

4. Gestos adaptadores. Estos son gestos que realizamos de manera inconsciente, ya sea tocando nuestro propio cuerpo o manipulando objetos, como acomodando nuestras mangas o llevándonos la mano a la boca. Están íntimamente relacionados con la gestión de nuestras emociones. Aumentan cuando sentimos tensión o estrés, como los típicos hábitos nerviosos. Además, nos ayudan a controlar o disimular nuestro estado emocional, así como a concentrarnos.

5. Gestos afectivos

Los movimientos cariñosos están relacionados con las emociones, pero se distinguen de los adaptadores por su función en la convivencia social: nos ayudan a transmitir a los demás cómo nos sentimos. Se identifican fácilmente por las expresiones faciales que los acompañan y por las posturas corporales de acercamiento. Las muestras de afecto y los abrazos son dos buenos ejemplos de estos gestos cariñosos.

Los Elementos Claves en la Comunicación No Verbal

Desde la mirada hasta la postura, cada gesto y expresión transmite un mensaje poderoso que complementa o incluso supera nuestras palabras.

  • El poder de la mirada Tal como se dice comúnmente, “los ojos son el reflejo del alma”, y a través de nuestra mirada, podemos expresar una gran variedad de emociones. Por ejemplo, al mantener contacto visual con la persona con la que hablamos, demostramos confianza en nosotros mismos y en lo que decimos.
  • La importancia de nuestra posición física durante la comunicación no verbal es fundamental. Lo recomendable es mantener una postura recta y abierta, con los pies separados, durante toda la interacción. Las posturas cerradas, como cruzar los brazos, pueden generar cierta desconfianza en el interlocutor. Además, cuando alguien se lleva las manos al rostro, suele ser señal de pensamientos negativos como inseguridad, por lo que evitar este gesto ayudará a no transmitir esa sensación.
  • El entorno donde nos desenvolvemos influye en cómo nos comunicamos. Cada espacio tiene su propia dinámica, así que es clave elegir el más apropiado para conectar eficazmente con todos. El ambiente en el que nos encontremos puede facilitar o dificultar el flujo de nuestra interacción, por lo que debemos ser cuidadosos al seleccionar el lugar adecuado.
  • El regalo de la sonrisa. Este sencillo gesto tiene la capacidad de transformar cualquier situación. Podemos distinguir tres tipos principales de sonrisas:

La sonrisa natural, también conocida como “sonrisa de Duchenne”, es principalmente espontánea y genuina, creando arrugas alrededor de los ojos, elevando las mejillas y descendiendo suavemente las cejas.

En segundo lugar, una sonrisa puede percibirse como falsa cuando el lado izquierdo de la boca se levanta más que el derecho, delatando cierta inautenticidad.

Por último, la sonrisa tensa, caracterizada por unos labios apretados, indica que esa persona no desea compartir sus emociones contigo y es una clara señal de rechazo.

  • La importancia del silencio Cuando hablamos, es crucial valorar los instantes de quietud. Estas breves interrupciones aportan ritmo a nuestras palabras y suscitan la atención de quienes nos escuchan.
  • La importancia de los gestos corporales radica en lograr una conexión entre nuestra expresión facial y el diálogo que mantenemos. Por ejemplo, al realizar movimientos enfáticos, es clave hacerlos con la palma de la mano abierta y sin señalar a nadie, pues así transmitiremos una actitud transparente. Asimismo, gestos involuntarios como apoyar la barbilla en la mano pueden tener diferentes significados dependiendo de si la palma está cerrada, indicando evaluación, o abierta, sugiriendo aburrimiento o falta de interés.
  • La clave de la voz Finalmente, el tono de la voz es el elemento clave en una conversación. Sugiero utilizar variaciones en la entonación, mantener un ritmo apropiado y evitar coletillas, todo ello con el fin de establecer una conexión con la audiencia. Estos consejos son fundamentales para lograr una comunicación verbal y no verbal coherente, lo cual determinará la credibilidad de tu mensaje. Cuanto más confianza transmitas, más confiará en ti tu interlocutor.

Belén Stettler

Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.