¿Alguna vez te has preguntado qué dicen realmente las personas cuando no están hablando? El lenguaje del cuerpo es un aspecto fascinante y poderoso de la comunicación humana que a menudo pasa desapercibido. Desde el lenguaje sutil de los gestos hasta las posturas inconscientes, cada movimiento cuenta una historia por sí mismo. En este artículo, exploraremos cinco consejos clave para entender y interpretar el lenguaje del cuerpo. Ya sea en una entrevista laboral, una cita romántica o simplemente en una conversación cotidiana, dominar estas señales puede proporcionarte una ventaja invaluable en la comprensión de las verdaderas intenciones y emociones de quienes te rodean. Acompáñanos en este viaje hacia el descubrimiento de un idioma universal: el lenguaje del cuerpo.
- Ten en cuenta que el lenguaje del cuerpo no es un tipo de “lenguaje”.
No existe un libro que explique la comunicación no verbal. El mensaje detrás de un gesto, una mirada o el tono de voz puede variar según la situación y la relación entre las personas.
No asumas que una señal obvia tiene un sentido único. Por ejemplo, si alguien cruza los brazos (o las piernas), no necesariamente significa que está cerrado a ti. Podría ser simplemente una cuestión de comodidad o estilo personal. No des por sentado que se trata de ti. Analiza diferentes aspectos y no saques conclusiones precipitadas. Continúa observando y prestando atención a señales posteriores.
- Adquirir destrezas en la comunicación sin palabras precisa de tiempo y esfuerzo.
El proceso de enviar y recibir mensajes no verbales, conocido como “codificación” y “decodificación”, respectivamente, puede resultar complicado de dominar al principio. Sin embargo, con dedicación y práctica, es posible mejorar estas habilidades. Un ejemplo concreto es un reconocido orador público que mencionó haber estudiado gestos efectivos durante un año para complementar sus discursos, grabándose a sí mismo y recibiendo retroalimentación.
- La retroalimentación es crucial.
Para mejorar tu comunicación no verbal, necesitas retroalimentación sobre cómo interpretas el lenguaje corporal de los demás y qué impacto tienen tus señales no verbales en ellos. Mi amigo que es orador público sugiere usar videos y solicitar ayuda a amigos y familiares para lograrlo.
- Las buenas noticias son que las habilidades no verbales van juntas.
Mejorar en la comunicación no verbal significa que al afinar tu forma de enviar mensajes sin palabras, aprenderás a interpretar mejor las señales de lenguaje corporal de los demás. La práctica constante es clave para perfeccionar estas habilidades.
Aquí tienes algunas sugerencias para mejorar tu lenguaje corporal:
- Considera inscribirte en una clase de actuación.
- Los actores suelen ser expertos en transmitir mensajes sin utilizar palabras.
- Explora clases de improvisación. Muchos centros de teatro y programas para adultos brindan la oportunidad de aprender improvisación. Aunque esta técnica se basa en la comunicación verbal, los gestos no verbales son esenciales para hacerla eficaz (¡y divertida!).
- Lee informes de investigaciones sobre lenguaje corporal y comunicación no verbal. Estos estudios nos revelan qué estrategias son efectivas y cuáles no lo son.
Cómo interpretar de manera precisa la comunicación no verbal
Pon atención en descubrir la mentira a través de las señales del cuerpo. No busques pistas en el lenguaje corporal, más bien busca respuestas a preguntas simples en él. Intenta entender a quienes te rodean observando tanto lo que dicen como la forma en que lo hacen. La idea de detectar la falsedad, la defensiva u otras conductas negativas a través del lenguaje corporal es común en la sociedad, ya que este puede revelar la verdad detrás de las palabras.
Esta manera de utilizar el lenguaje corporal se fundamenta en señales específicas, gestos que revelan la verdad y que se entienden universalmente o casi universalmente. Por ejemplo, se dice que parpadear rápidamente puede significar que alguien está mintiendo.
¿Puede confiar en cuánto parpadea alguien para saber si está diciendo la verdad? ¿Qué dice la investigación al respecto?
Los expertos analizaron a los concursantes de un programa de televisión y revelaron sus hallazgos en 2023. Estos brillantemente ilustran los riesgos de asociar respuestas físicas específicas con pensamientos o intenciones concretas. Por ejemplo, el parpadeo rápido bajo presión no revela la intención detrás del estrés, sino simplemente una reacción al mismo. Así que, el estrés puede surgir por diversos motivos, ya sea intentar recordar algo, decir la verdad o mentir. El estrés es solo una respuesta a circunstancias particulares, por lo que lo que desencadene tensión en ti, puede no afectar a otra persona. Por tanto, sentir estrés puede ser resultado de la veracidad o falsedad de lo que se dice.
Igualmente, el acto de parpadear puede disminuir cuando estás concentrado y aumentar cuando estás atento a una pregunta o a punto de responder. En resumen, es una reacción a lo que pasa afuera, no una señal directa de sinceridad o mentira.
Parpadear es similar a otros gestos corporales en el sentido de que puede tener múltiples motivos. Cruzamos los brazos por diversas razones, ya sea por estar a la defensiva, cansados, con frío, listos para irnos, o simplemente para relajarnos antes de jugar a las cartas.
No examines gestos corporales para identificar informantes. Observa cómo se mueve alguien en el trabajo para entender si está receptivo o rechazando lo que se le ha dicho. ¿Es tu aliado o adversario? ¿Colabora con tu equipo o piensa cambiar de bando? El lenguaje corporal responde a estas preguntas de forma efectiva y fiable.
En diversas relaciones personales, como las laborales o amistosas, la mayoría de las personas tienen la habilidad de interpretar correctamente las señales de aquellos que conocen bien. Por lo tanto, cuando alguien cercano a ti muestra signos de una emoción intensa, como la alegría por un logro, es fácil identificar que algo positivo está aconteciendo. Esta capacidad se debe a que estás familiarizado con su comportamiento habitual, lo que facilita notar cualquier cambio en su conducta de manera segura y confiable.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.