La emoción es un componente esencial de la comunicación no verbal. A través de expresiones faciales, gestos y posturas, transmitimos sentimientos e intenciones sin necesidad de palabras. En este artículo, exploraremos cómo las emociones influyen en nuestras interacciones cotidianas y la importancia de interpretarlas correctamente para una comunicación efectiva.
Qué lugar ocupa la emoción en la comunicación no verbal
Hoy en día, para destacar entre tantos mensajes y canales de información es crucial transmitir emoción. Tanto en la política, la educación o las conferencias universitarias, la emoción es la clave para sobresalir en medio de la saturación informativa. Debemos expresar esta emoción de dos maneras: integrándola en nuestro mensaje principal y a través de gestos y expresiones.
Flora Davis, una psicóloga de América del Norte, escribió el libro “Comunicación no verbal” y argumenta que, aunque las palabras son valiosas, les damos demasiada importancia. Es importante recordar que nuestra comunicación no verbal, que incluye gestos y expresiones faciales, también juega un papel crucial en la forma en que transmitimos nuestro mensaje.
Nos referimos a cómo nos expresamos con gestos, posturas y tono de voz, así como a la manera en que miramos y la distancia que mantenemos. Esto es tan importante como lo que decimos.
Según Albert Mehrabian, un antropólogo de los años 70, solo el 7% del impacto total en la comunicación de emociones proviene del lenguaje verbal.De acuerdo con su análisis, los elementos clave son la comunicación no verbal (gestos, postura, mirada, movimientos de los ojos, respiración, etc.), que representa el 55%; y la parte vocal de la comunicación (entonación, proyección, tono, énfasis, pausas, ritmo, etc.).
A pesar de que la ‘Regla de Mehrabian’ recibió críticas por su exageración y su limitación a la comunicación emocional, dos ideas clave que siempre debemos recordar surgieron de ella.
Para tener una buena comunicación, es fundamental prestar atención a cómo nos expresamos físicamente, no solo con palabras.
Cuando las señales que emitimos con nuestro cuerpo no coinciden con lo que decimos, la comunicación no verbal se vuelve fundamental.En otras palabras, cuando las palabras y el lenguaje corporal no coinciden, solemos confiar más en lo que el cuerpo expresa.
En la actualidad, la comunicación emocional y la no verbal están ganando importancia en distintos ámbitos al mismo tiempo.
La importancia de la emoción en la comunicación no verbal
La emoción juega un papel crucial en la comunicación no verbal, ya que a menudo transmite más información que las palabras mismas. Las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz son elementos esenciales que reflejan nuestras emociones y pueden influir en cómo se perciben nuestros mensajes. Una sonrisa genuina puede transmitir calidez y apertura, mientras que un ceño fruncido puede indicar desaprobación o preocupación. Entender y utilizar correctamente las señales emocionales no verbales puede mejorar significativamente nuestras interacciones, ayudando a establecer conexiones más profundas y auténticas con los demás, además de facilitar una comunicación más efectiva y empática.
Recomendaciones para transmitir emoción en la comunicación no verbal
Es importante practicar la comunicación sin utilizar palabras. Al hablar con diferentes grupos de personas, como posibles votantes, estudiantes o colegas, es esencial recordar algunos aspectos para lograr una conexión emocional exitosa.
- Mantén una mentalidad optimista y amable.
- No perder de vista a la audiencia y siempre estar de frente.
- Desplazarse con fluidez.
- Dar importancia a cómo hablas: a cómo suenas, lo alto que hablas y la velocidad.
- Es importante prestar atención a nuestra postura y gestos, ya que pueden revelar información sobre nuestra personalidad y emociones. Por ejemplo, cuando cruzamos los brazos, estamos mostrando una actitud defensiva.Cuando tocamos la nariz o cubrimos la boca, algunas personas podrían interpretarlo como señal de deshonestidad.
- Entrenar el control y la forma en que nos movemos. Es importante desplazarse con calma y de manera relajada sobre el escenario, manteniéndose erguido pero sin rigidez. Se aconseja evitar colocar objetos entre quien habla y la audiencia, como por ejemplo, una mesa.
- Es mejor estar de pie que sentados. Es preferible usar un atril en lugar de una mesa. Y aún mejor si contamos con un micrófono que nos permita movernos libremente por el escenario.
- La forma en que comunicamos un mensaje es crucial, incluso más importante que el mensaje mismo. Ignorar este aspecto es ignorar la esencia del mensaje.
No queda ninguna duda que la emoción es una fuerza realmente poderosa en la comunicación no verbal. Y en este sentido, influye en cómo nos perciben y entienden los demás.
La tarea de reconocer y manejar nuestras emociones, así como también lograr interpretar las de quienes nos rodean, cumple un papel crucial para establecer relaciones saludables y efectivas.
Desde el momento en el cuál somo conscientes de estas dinámicas, podemos encontrar la oportunidad de mejorar nuestras habilidades comunicativas. Y de esta forma, fomentar una mayor empatía y conexión en nuestras interacciones diarias.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.