Estos nueve consejos prácticos te guiarán para lograr el éxito al hablar frente a un auditorio en tu próximo discurso o presentación.
Es común sentir nervios al hablar en público, por lo que si te pones sudoroso cuando tienes que dar un discurso, no estás solo. Estudios sugieren que uno de cada cinco individuos experimenta este tipo de ansiedad, convirtiéndola en una preocupación común en la sociedad actual.
Una noticia positiva es que se han encontrado métodos efectivos para superar el miedo escénico, lo que contribuye al éxito en eventos públicos. ¿Cuáles son algunas de estas estrategias?
- Respira
En momentos de nerviosismo, experimentas un aumento en tu frecuencia cardíaca, comienzas a transpirar y corres el riesgo de sufrir un ataque de ansiedad si no prestas atención. Para contrarrestar estos síntomas, dedica unos minutos antes de hablar a cerrar los ojos y respirar pausadamente algunas veces. Prepara tu cuerpo para que puedas enfrentar la situación (ya sea en el escenario o en la sala de conferencias) con tranquilidad y sin sentirte agitado.
- Acepte sus nervios
Incluso el portavoz más experimentado puede ponerse nervioso al hablar en público. Tratar de ocultar esos nervios solo los hace más evidentes. Sin embargo, reconocer esa ansiedad puede ser beneficioso tanto para usted como para su audiencia. Sentirá alivio al compartir esa emoción, lo que le ayudará a enfrentarla y continuar con su discurso.
- Toma notas
Si sientes nervios al hablar en público, es posible que quieras escribir tu discurso de tal manera que puedas echarle un vistazo si olvidas una parte. Sin embargo, copiar un texto completo no es la mejor opción, ya que puede alejar a tu audiencia. En cambio, trata de reducir tus notas a unas pocas palabras clave para cada punto que desees abordar. Así lograrás mantenerte enfocado y no distraer a quienes te escuchan.
- Siéntase a gusto con “el momento de pausa”
Una distracción común para la audiencia es cuando un orador repite constantemente palabras como “uh” o “um”. Estos son utilizados como manera de ganar tiempo para pensar en lo siguiente que dirán. Sin embargo, oradores expertos comprenden que el silencio es clave y puede reforzar un mensaje. Tomarte pausas le permitirá al público asimilar la información y te ayudará a mejorar como orador.
- Tenga en cuenta los movimientos que realiza con sus manos.
¿Alguna vez notaste a alguien que se pone muy nervioso y nota cómo se mueven sus manos sin control? Algunas personas son así y utilizan sus manos al hablar. Cuando están nerviosas, estas gesticulaciones pueden intensificarse. Aunque es útil para enfatizar, asegúrate de no distraer a tu interlocutor. Entonces, ten en cuenta tus manos mientras hablas. ¡Controlar su movimiento podría incluso ayudarte a relajar tu mente y sentirte más tranquilo!
- Muévase un poquito, pero no en exceso.
Cuando las personas se sienten nerviosas, a menudo tienden a moverse de un lado a otro. Si te sucede a ti, puede que encuentres la tendencia a desplazarte por el escenario mientras hablas en público. Aunque es apropiado moverse un poco, un exceso de acción puede resultar contraproducente.
- Utilice apoyo visual
Si la idea de ser el centro de atención te incomoda, puedes usar indicaciones visuales para compartir tus ideas sin llamar demasiado la atención. Por ejemplo, una imagen o un gráfico en una diapositiva pueden ayudar. Incluso gestos simples, como verter un poco de agua, pueden destacar tu punto. Esto permite que la audiencia se enfoque en algo distinto por un momento y te da algo que hacer con las manos.
- Practica con frecuencia
Una vez Mark Twain mencionó que a menudo tardaba más de tres semanas en preparar un buen discurso improvisado. Por tanto, si temes hablar en público, es posible que se deba a la falta de preparación. Para superar este temor, es crucial practicar mucho. Cada vez que practiques tu discurso, te sentirás más seguro. A medida que lo interiorices, ganarás confianza al final pronunciarlo en realidad.
- Grábate hablando
El último tip para hablar en público te permite identificar tus hábitos frente a la audiencia. Al grabarte y revisar luego, descubrirás acciones inadvertidas. Esto te permitirá corregirlas con antelación. También es útil practicar en la compañía de un ser querido y solicitar su evaluación honesta.
Belén Stettler es una líder en comunicación política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Como becaria del prestigioso programa Fulbright, participó en un programa de Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde se especializó en liderazgo y estrategias políticas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con orientación en opinión pública y publicidad, Belén ha desarrollado una carrera enfocada en la comunicación estratégica. Completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, destacándose en la planificación y ejecución de estrategias de comunicación para la gestión pública. Con más de una década de experiencia, ha trabajado tanto en el sector público como privado, capacitando a líderes y funcionarios en habilidades de comunicación y liderando campañas a nivel nacional, provincial y municipal.